El estudio examina las dietas tradicionales atlánticas como una posible solución a las enfermedades relacionadas con la alimentación y la sostenibilidad medioambiental

Índice
  1. Fondo
  2. Sobre estudiar
  3. Resultados y discusión
  4. Conclusión

En un estudio publicado recientemente JAMA en línea está abierto, investigadores españoles estudiaron los efectos sobre la salud y el medio ambiente de la dieta atlántica tradicional. Descubrieron que, si bien la dieta atlántica tradicional reducía significativamente la incidencia del síndrome metabólico, no cambiaba significativamente las emisiones de carbono en comparación con un grupo de control.

Estudio: Un análisis secundario del ensayo clínico aleatorio grupal GALIAT sobre la dieta atlántica tradicional y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente.  Crédito de la imagen: Timolina/Shutterstock.com
Investigación: Un análisis secundario del ensayo clínico aleatorizado por grupos GALIAT sobre la dieta tradicional atlántica y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente. Crédito de la imagen: Timolina/Shutterstock.com

Fondo

El cambio dietético global plantea desafíos para la salud humana y ambiental, lo que requiere una transición hacia patrones de alimentación saludables y sostenibles para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para reducir el cambio climático (ODS 13) y reducir las enfermedades no transmisibles (ODS 3). . Las dietas tradicionales como la dieta atlántica, similar a la dieta mediterránea, prometen mejorar la salud y el medio ambiente.

Como los ensayos clínicos anteriores no han investigado esta hipótesis, los investigadores de este estudio intentaron abordar esta brecha examinando los efectos de la dieta atlántica tradicional en la salud humana, específicamente el síndrome metabólico (MetS), y la sostenibilidad ambiental en el noroeste de España y el norte de Portugal. .

Sobre estudiar

Este estudio incluyó un análisis retrospectivo de datos del estudio Dieta Atlántica Gallega (GALIAT), un ensayo clínico aleatorizado, comunitario y de 6 meses de duración realizado entre 2014 y 2015 en Estrada, España. Basado en la dieta atlántica tradicional local, el ensayo movilizó a ciudadanos, empresas, investigadores e instituciones en un enfoque pragmático y colaborativo. El estudio incluyó a 574 adultos de etnia hispana y caucásica que vivían en unidades familiares con ≥2 miembros de entre 3 y 85 años (n = 250). Los criterios de exclusión fueron antecedentes de medicamentos hipolipemiantes, alcoholismo, enfermedad cardiovascular importante, demencia, embarazo y esperanza de vida ≤ 1 año.

Las familias participantes fueron asignadas al azar 1:1 al grupo de intervención (n = 126 familias, 287 participantes) o al grupo de control (n = 124 familias, 287 participantes). La edad promedio de los participantes fue de 46,8 años, el 59,8% de los participantes eran mujeres. La intervención dietética hizo hincapié en alimentos de temporada frescos, locales y mínimamente procesados, incluidas frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva. La dieta atlántica se caracterizó por altas cantidades de pescado y marisco, junto con alimentos a base de almidón, frutos secos, queso, leche y una ingesta moderada de carne y vino.

El asesoramiento tiene como objetivo cambiar los hábitos alimentarios sin restringir el aporte energético, adaptando las recomendaciones a las preferencias individuales y necesidades nutricionales. Mientras que el grupo de intervención asistió a clases de educación nutricional y de cocina y recibió cestas de alimentos dietéticos tradicionales, el grupo de control mantuvo un estilo de vida normal. La ingesta dietética, la actividad física, el uso de medicamentos y otras variables se evaluaron al inicio y seis meses después, y se realizaron procedimientos de enmascaramiento para minimizar la confusión.

Como resultado de salud primario, el SM se definió según los criterios descritos en las pautas del Panel de Tratamiento de Adultos III (ATP III) del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol. El impacto ambiental se evaluó mediante el método de Evaluación del Ciclo de Vida (LCA), donde el dióxido de carbono (CO)2) midieron las emisiones asociadas con la dieta de cada participante.

El análisis estadístico incluyó el uso de chi-cuadrado y pruebas de Student. etc.-pruebas, regresiones de Poisson modificadas para razones de tasas (RR), modelos de regresión logit acumulativa, modelos lineales de efectos mixtos y coeficiente de correlación intraclase (ICC).

Resultados y discusión

A los 6 meses de seguimiento, el grupo de intervención mostró una reducción significativa en los casos incidentes de MetS en comparación con el grupo de control (RR = 0,32). Aunque la prevalencia general del MetS no se redujo significativamente en toda la muestra (n = 457), el grupo de intervención mostró un riesgo reducido de obesidad central (RR = 0,90) y colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (RR = 0,79). En el grupo de intervención, la circunferencia de la cintura disminuyó significativamente y los cambios en la presión arterial no fueron significativos. Los participantes en el grupo de intervención tenían aproximadamente un 42% menos de probabilidades de presentar un componente adicional del SMet en comparación con el grupo de control. Un análisis de sensibilidad confirmó resultados similares.

El análisis del impacto climático mostró que las huellas de carbono disminuyeron sin diferencias significativas en los grupos de control e intervención. Un análisis de sensibilidad confirmó resultados similares. Curiosamente, la pertenencia a una familia representó aproximadamente el 45 % de la variabilidad en la puntuación de la huella de carbono, lo que destaca su importante papel en la regulación de las emisiones de GEI relacionadas con los alimentos.

El estudio se ve fortalecido por su diseño aleatorio, alta tasa de retención, medidas objetivas y muestreo representativo de la población general. Sin embargo, el estudio está limitado por posibles factores desconocidos no contabilizados, intervenciones complejas, diferentes medidas de la huella de carbono, corta duración de la evaluación de los cambios metabólicos y un tamaño de muestra potencialmente bajo, lo que sugiere la necesidad de estudios más grandes y a más largo plazo.

Conclusión

En conclusión, el estudio destaca la importancia de una intervención dietética tradicional orientada a la familia para reducir potencialmente la incidencia del SMet. Se necesita más investigación para comprender y explorar los mecanismos subyacentes y ampliar la aplicabilidad de estos hallazgos a diferentes poblaciones, teniendo en cuenta las diferencias regionales, culturales y dietéticas.

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