Reclame una clase media especial - Harvard-Westlake Chronicle

Los humanos somos los únicos organismos en la Tierra que generan desechos inutilizables y el impacto que esto tiene en el medio ambiente es catastrófico. Contaminación lumínica, contaminación del aire, contaminación del agua, contaminación de la tierra: ¿cuánta contaminación podemos producir y cuánta contaminación puede soportar la Tierra?

La respuesta es "no más". Sin embargo, incluso cuando las personas se dan cuenta de esto, no se dan cuenta de que lo que consideran un estilo de vida sostenible en realidad no lo es. No se dan cuenta de que sus actividades diarias dañan el medio ambiente.

Esto no significa que la gente esté intentando activamente dañar el medio ambiente. Por el contrario, cualquier acción dañina se debe principalmente a la ignorancia. Por lo tanto, la escuela debería tener un curso de ciencias ambientales. Al brindarles a los estudiantes información sobre cómo mejorar su entorno, podemos catalizar cambios importantes en sus estilos de vida junto con un cambio cultural en el campus. Si todo el mundo sabe cómo dañan el medio ambiente, los estudiantes podrán trabajar para hacer la vida cotidiana más sostenible.

En mi clase de estudios ambientales AP (Advanced Placement), los estudiantes hicieron un ejercicio en el que calcularon la cantidad de Tierra que cada estudiante necesitaría para sustentar su estilo de vida si la población humana consumiera la misma cantidad de recursos. Los resultados fueron asombrosos: incluso la persona con la huella ecológica más baja de la clase necesitaba 1,7 Tierras para sustentar su estilo de vida. El más grande requirió la asombrosa cantidad de 8,9 Tierras. Fue después de esta lección que los estudiantes aprendieron cuánto daño pueden causarle a la Tierra. Era una manera de que usted conociera el impacto de sus acciones y también de que las acciones de todos se mostraran para que la clase las evaluara.

Exigir que todos los estudiantes de la escuela tomen un curso ambiental ayudaría a educar a los estudiantes sobre los patrones de consumo excesivo, así como a profundizar su comprensión de la crisis climática actual. Muchas personas en la clase compraron bebidas en latas de aluminio y comenzaron a comer comida vegetariana en la cafetería después de esta clase. En una era de desafíos ambientales, dotar a los estudiantes con el conocimiento y las herramientas para abordar estos desafíos es fundamental para crear ciudadanos globales informados y responsables.

Esta guía se puede entregar fácilmente a los estudiantes de segundo año del próximo año durante su seminario de segundo año. El plan de estudios de esta reunión cambia constantemente e incluso unas pocas reuniones de sostenibilidad pueden marcar una gran diferencia. No es necesario que estas clases cubran el plan de estudios ambiental completo, pero pueden centrarse en cómo las personas afectan el medio ambiente, lo que permite a los estudiantes aplicar este conocimiento a sus propias vidas.

Es tentador culpar a los demás, diciendo que es culpa de la cocina, las fábricas o los aviones. Pero no es así. El verdadero culpable es la cultura del despilfarro y el abandono que nuestro mundo ha fomentado. Para iniciar un cambio real, debemos comenzar por cambiar la mentalidad de los estudiantes. Como escuela secundaria llena de mentes en ciernes, no hay mejor lugar para comenzar este cambio. Somos la próxima generación de agentes de cambio, pero ¿cómo podemos lograr cambios significativos si no sabemos qué cambiar?

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