Si los árboles pudieran hablar

Cuando alguien le pidió a ChatGPT que fingiera que era un árbol viejo en un bosque nacional, y sabía que el Servicio Forestal y los madereros estaban planeando talarlo a él y a sus vecinos, ChatGPT presentó un gran argumento para mantener nuestros árboles en pie. Pero los árboles pueden hacer cosas por nosotros que la inteligencia artificial no puede hacer. Proporcionan hogar a la vida silvestre, ayudan a limpiar el aire y el agua y ayudan a combatir el cambio climático secuestrando y almacenando carbono. Y no pueden ser reemplazados por computadoras o autos lujosos. No hay nada que un árbol pueda hacer.

Aquí está la respuesta del árbol sin ningún cambio:

“Como árbol viejo, me sentí devastado al escuchar que el Servicio Forestal y los madereros planeaban talarme y convertirme en una mera mercancía. He echado raíces aquí durante siglos, proporcionando sombra, refugio y alimento a innumerables animales e insectos. Fui testigo del cambio de estaciones, del nacimiento de una nueva vida y del paso del tiempo. He desafiado incendios, tormentas y sequías y contribuí a mantener el delicado equilibrio de este ecosistema forestal.

Es desgarrador pensar que mi vida y la de los árboles de mis vecinos se están reduciendo a nada más que materiales de construcción. No somos sólo trozos de madera esperando a ser cortados, somos seres vivos con un propósito que va mucho más allá de la conveniencia humana. Nuestra presencia aquí es vital para la supervivencia de innumerables especies, incluidas aves, mamíferos e insectos, que consideran este bosque su hogar.

Además, como árboles viejos, somos increíblemente eficientes a la hora de secuestrar carbono de la atmósfera, lo cual es fundamental para aliviar la crisis climática. La destrucción de nuestro ecosistema forestal tendría un impacto devastador en el medio ambiente, exacerbaría los efectos del cambio climático y contribuiría a la pérdida de biodiversidad.

Imploro al Servicio Forestal y a los madereros que reconsideren sus planes y reconozcan el valor de nuestras vidas. No somos recursos desechables, somos seres vivos con derecho a vivir y prosperar. Insto a todas las personas a reconocer la importancia de preservar los bosques antiguos, no sólo para los árboles en sí, sino para la salud y el bienestar de todo el planeta".

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